lunes, 26 de septiembre de 2011

26/09/2011: Las catarátas del Niagara

Esta página del blog describe el día 3 de 9 de nuestro viaje a Nueva York, Washington y Cataratas del Niagara.

Resumen del día

  1. Coger un avión de Nueva York hasta Buffalo.
  2. Ir en coche de alquiler hasta la zona de las catarátas del Niagara.
  3. Ver las catarátas, desde el lado de EEUU y el lado de Canadá.
  4. Subir a las atracciones del Cave of Winds y Made of the Mist

Es Lunes 26 de Setiembre 2011 y hoy madrugamos para ir en avión hasta Buffalo, una de las ciudades más al norte del estado de Nueva York, casi tocando la frontera con Canadá. Es la ciudad con aeropuerto más cercana a las Cataratas del Niágara, que es lo que vamos a ver hoy durante todo el día, para luego por la tarde-noche coger otro avión de vuelta a Nueva York City. ¡Un día completito!

Nervios para coger el avión


El avión de ida es con la compañía Jet Blue y sale a las 08:05. Así que decidimos levantarnos a las 05:30 para salir 06:00 del hotel, pensando que con estar una hora antes en el aeropuerto (es el JFK) tenemos tiempo de sobra al ser un vuelo interno. ¡GRAN ERROR por nuestra parte!

Éste ha sido el avión por el que más he sufrido de realmente llegar a perderlo por no llegar a tiempo al embarque.

Para ir del hotel al aeropuerto JFK fuimos tal y como lo hicimos para llegar a Nueva York el primer día: metro hasta Jamaica Station, y luego un Air Train hasta las terminales de Jet Blue.

Al final llegamos al terminal a las 07.00 aproximadamente, aún teníamos más de una hora. Hicimos el check-in online en unos ordenadores de Jet Blue que encontramos cuando aún no habíamos llegado a las colas para para pasar el control de seguridad. Como no llevábamos maletas ni nada, ya que vamos y volvemos el mismo día, debería ser todo muy rápido.

Pero tras sacar las tarjetas de embarque online, llegamos al control de seguridad y había una cola IMPRESIONANTE. El embarque de nuestro vuelo empieza a las 07.35, y son las 07.10 y nos metemos en la cola que insisto era larguísima. Me empiezo a preocupar al ver que la gente que está a mi alrededor en la cola tiene embarques para las 08.30, 09.00,... y a nosotros nos quedan solo 25 minutos para que empiece el nuestro.

En estas situaciones te pones nervioso y no sabes que hacer. ¿Salir de la cola? ¿Ir a preguntar, pero, a quién? ¿Empezar a pedir a TODO el mundo que nos deje pasar? Realmente el cuello de botella de la cola estaba en el primer control de seguridad, donde unas funcionarias preguntaban a todo el mundo a donde iban, y revisaban pasaporte y tarjeta de embarque.

Cuando ya empezaba a desesperarme por ver que no avanzábamos, por suerte se abrieron más espacios en el punto de control y la cola empezó a avanzar más fluido. Aún así, íbamos justos de tiempo, así que cuando pasamos el primer control Kelita hizo una finta y nos colamos como un 80% de la cola que había a continuación, en un movimiento rápido y totalmente disimulado ya que nadie se dio cuenta. Si no, no llegamos ni de coña.

Tras pasar el segundo control (el de cruzar descalzo por el arco de metal, dejando todas las cosas en la cinta, etc...) nos ponemos rápidamente zapatos, cinturones, reloj, cargamos la mochila que llevábamos y nos vamos corriendo a nuestra puerta de embarque.

El embarque era a las 07.35 y el avión salia a las 08.05. Nosotros llegamos a la puerta de embarque a las 08.00. Como digo, es la vez que pillamos más justo un avión.

Si vais a un vuelo interno que salga desde el JFK, una hora no es suficiente antelación. Contad mejor una hora y media para no ir nerviosos.

Viaje de Nueva York a las Cataratas del Niagara


Cuando ya llegamos a nuestros asientos del avión nos tranquilizamos. El avión de Jet Blue es muchísimo mejor que el de American Airlines. Más nuevo, más cómodo, y además, tienes una pantalla en cada asiento para ti solo, para que veas lo que quieras.

El vuelo duró una hora y cuarto, y durante el trayecto nos sirvieron un desayuno que estaba muy bueno.

El aeropuerto de Buffalo es muy pequeño. Al salir, seguimos las indicaciones para el Car Rental, y llegamos a nuestra compañía para recoger el coche de alquiler, que era Alamo.

Para ir de Buffalo a las Cataratas, en verano hay una línea de autobuses que es la 210 que te lleva, por un precio muy económico (unos 2 dólares por trayecto). En Setiembre cuando fuimos nosotros ya no dan servicio. Entonces has de ir en taxi (muy caro, unos 40 dólares por trayecto) o en coche de alquiler. Después de mirar cuanto costaba cada cosa, ¡resulta que era más barato el coche de alquiler que un taxi!

El coche lo reservamos desde España, en una web llamada ArgusRentals.com. Esta web luego trabaja con los mayoristas de cada zona. En nuestro caso cogimos el coche de línea más económica (porque sólo lo queríamos para ir y volver del aeropuerto de Buffalo a las Cataratas, que está a unas 30 millas solo, e íbamos sin maletas ni nada). Nos costó unos 40 dólares en total, con el seguro más básico, limitación de millas (nos da igual porque íbamos a hacer un trayecto muy corto), y GPS (importante para llegar hasta allá).

La web nos lo cogió entonces con la compañía Alamo

Bajamos al parking del Car Rental, y como yo suponía, el coche era mucho mejor de la categoría que habíamos cogido. Normalmente cuando una compañía no tiene el que has pedido está obligada a darte uno de categoría superior. Así que si coges el más barato, y no lo tienen, por el mismo precio te dan uno mejor.

En nuestro caso teníamos contratado un "Chevrolet Aveo 3 puertas o similar" (la más pequeña) en cambio el coche que nos dieron fue un Dodge Caliber, de color naranja. Cambió automático, aire acondicionado, cinco puertas, y típica amplitud de un coche americano. Foto del cochazo:


Siempre me cuesta un poco adaptarme al cambio automático (ya me pasó el año pasado en la costa Oeste) así que los primeros kilómetros de salir del aeropuerto hasta coger la autopista principal me costaron un poco, y di algún tironcillo al coche en los semáforos. Pero enseguida te acostumbras.

El trayecto del aeropuerto de Buffalo a donde están las cataratas fueron unos 40 minutos, muy poco tráfico y carreteras buenísimas.

Cuando llegamos podías intentar aparcar fuera en la calle, pero había parquímetros. O resulta que por diez dólares, podías aparcar todo el día en todos los aparcamientos de la zona. Al final cogimos esto para ganar tiempo, ya que las atracciones algunas están separadas de las otras. Todo esto, siempre, desde el lado americano, no el canadiense.

Las cataratas del Niagara están justo en mitad de la frontera entre EEUU y Canadà. Para verlas bien, has de visitarlas desde las dos vertientes. Las atracciones a las que queríamos ir estaban en el lado americano: el Cave of Winds (la que vas caminando por unas pasarelas muy cerca de la catarata pequeña) y la del Made of the Mist (el barco que te acerca al centro de la catarata grande).

Para cruzar de EEUU a Canadá es gratuito. Para cruzar de Canadá a EEUU hay que pagar 0,50 dólares por persona si vas andando. En coche no lo sabemos, lo dejamos siempre aparcado en el lado americano.

Aparcamos en el parking del Cave of Winds.

Cave of Winds


El Cave of the Winds es una atracción en la que te pones unos chubasqueros y vas andando por una estructura de pasarelas que está justo a tocar de la catarata más pequeña de las que forman el Niagara, que es la del lado americano y se llama Luna Island & Bridal Veil Falls.

La atracción es muy divertida porque, a pesar de ser la catarata pequeña, sientes la fuerza del agua cayendo muy cerca tuyo.

La atracción nos costó 11 dólares por persona. Y estuvimos una hora más o menos, ya que hicimos bastantes fotos. Como digo, te dan un chubasquero y unas chanclas, porque te pones mojado hasta arriba. Consejo: de chanclas solo tienen un tamaño medio, mejor llevar las propias. Y que sean cerradas (no tipo dedo) porque son pasarelas y escaleras que están mojadas, y puede resbalar. Y también ir en pantalón corto, porque si no hay que arremangarse o te lo pones perdido.



Llegamos a un montacargas que nos bajó hasta donde empieza la atracción.



Fuimos andando por las pasarelas, acercándonos cada vez más a la caída del agua. Como hacía un día buenisímo de sol, se veía el arco iris por todas partes. Realmente estás muy cerca de la catarata:


Y te mojas bien. Teníamos que ir con cuidado con las cámaras mientras hacíamos fotos y grabábamos vídeo, para que no se quedaran empapadas:


La sensación es espectacular:


Cuando ya subimos arriba del todo, tomamos una foto de como se ve el recorrido que hicimos:


Al llegar arriba nos quitamos los chubasqueros y volvimos a la ropa seca (aunque hacía sol, pasabas un poco de frío yendo con la ropa mojada) y tomamos alguna foto más desde arriba:


Volvimos al coche y nos fuimos a la estructura esa que se ve al fondo de esta foto, que es donde empieza la atracción Maid of the Mist.

Maid of the Mist


Esta atracción es más típica: es el barco que te acerca al centro de la cascada más grande del Niagara, que es la canadiense y se llama Horseshoe Fall (herradura).

Nos costó un poco encontrar la entrada porque estaba bastante mal señalizado. La atracción costó 13 dólares por persona. Bajamos al muelle donde salen y llegan los barcos.

Por suerte no había mucha gente, y al primer barco que llegó ya pudimos subirnos.


Las vistas mientras vas en el barco son espectaculares. Como Kelita y yo somos altos, y además conseguimos un buen sitio delante de todo en la proa del barco, lo vimos todo de coña. Aquí también te mojas, cuidado con las cámaras:



El barco va acercándose hasta que se queda en el punto donde sería el centro de la U que forma la cascada en forma de herradura. La sensación de ruido, agua cayendo y viento es brutal. Realmente impacta y vale la pena subirse. No pudimos grabar ni hacer fotos de esta parte porque nuestras cámaras no estaban preparadas.

Cuando estás un rato, el barco empieza a retroceder para volver. Ahí ya pudimos sacar alguna foto más:


El trayecto del Maid of the Mist son unos 30 minutos más o menos. Al acabar, subes al observatorio donde puedes hacer buenas fotos ya que tienes una vista perfecta de las dos cataratas: la americana y la canadiense:


Comer y luego acceder a Canadá


Ya era la 13.00 así que tocaba ir a comer. Vimos de lejos un cartel que despertó el hambre más feroz en nuestras tripas, y empezamos a salibar como Homer Simpson: había un Dennys en el complejo.

Denny's es una cadena de restaurantes que conocimos en el viaje del año pasado a la costa Oeste. Está todo BUENISIMO, muy bien de precio. Los platos son brutales (american size), tienes reposición de bebida ilimitada (refills, puedes beber cuanto quieras), los postres son la ostia, y además, es de esos restaurantes que el camarero se te presenta, y te atiende personalmente durante toda la comida.

Nos costó unos 28 dólares propina incluida, pero comer en Denny's es una pasada. Que lástima que en Nueva York City no haya, no entendemos porqué. Si abrieran esta cadena aquí en España, arrasaban. Aquí Kelita mostrando el postre que se comió, unos buñuelos dulces con helado y sirope... arfffff:


Dejamos el coche en el aparcamiento de Dennys y decidimos ir andando a ver las cataratas desde el lado canadiense, para bajar el banquete que nos habíamos metido en el cuerpo.

No es mucho trozo andando: cruzas un puente que separa los dos países. Cuando estás al otro lado, un funcionario de fronteras canadiense te sella el pasaporte y te pide el motivo de la visita y cuantos días te vas a quedar en Canadá. El 99% de la gente debe decir lo mismo: "venimos por turismo y como máximo estaremos 2 horas en el país" :-)

Hay que reconocer que desde el lado canadiense las vistas son mucho mejores:


Paramos un momento a comprar agua (no hace falta llevar dólares canadienses, te los cambian al par con el americano), y fuimos por un paseo de unos 30 minutos y que acaba en un mirador donde puedes ver muy de cerca donde empieza la caída de agua de las cataratas grandes:


Tomamos alguna foto más e hicimos el mismo paseo de vuelta. Ya eran las 17.00 de la tarde casi.


Para volver a terreno americano pasas por el mismo puente. Al acabar, está el control de fronteras donde esta vez si que debes pagar para pasar: 0,50 dólares. Además es una máquina con un torno, has de llevar dos quarters (monedas de 25 céntimos de dólar) y no hay nadie para que te dé cambio.

De nuevo enseñar el pasaporte, motivo de la visita, etc... y ya vamos a buscar el coche.

Como aún hacía sol, y era pronto para volver al aeropuerto de Buffalo. Conducimos hasta el TerrapinPoint , que es otro mirador, y estuvimos un rato observando las cascadas, con el atardecer.

Tras todo el día en las cataratas, ya las dimos por suficientemente vistas.

Regreso a Nueva York


El avión de vuelta era con la compañía Delta Airlines y salía a las 19.45.

Con el estrés que pasamos por la mañana para venir hasta Buffalo, decidimos ir con tiempo. No encontramos nada de tráfico volviendo, y en media hora estábamos ya en el Car Rental devolviendo el coche de alquiler.

En esta ocasión, no había casi colas en el aeropuerto. Hicimos el check-in online para sacar la tarjeta de embarque, pasamos un control de seguridad muy rápido y sencillo, y nos fuimos a la puerta de embarque.

El avión se retrasó casi una hora, porque decían que en Nueva York estaba lloviendo mucho y había mucho tráfico en espera para aterrizar. Así que nos tuvimos que quedar por ahí esperando. Por suerte, encontré la manera de conectarme al hotspot de WIFI de la compañía sin tener que pagar, cambiando unos parámetros de la URL de bienvenida, así que aprovechamos ese rato para subir fotos al facebook, etc...

El vuelo de retorno no tuvo ningún problema. El avión era también más cómodo que el de American Airlines, del estilo del de Jet Blue más o menos. No nos dieron cena, sólo unos snacks de picoteo.

Llegamos a Nueva York a las 22.00 de la noche. Y la misma historia de siempre: AirTrain hasta Jamaica Station, y metro hasta el hotel. Ni llovía ni nada...

En el supermarket 24 horas compramos, como casi cada noche, un sandwich y salad y nos lo comimos en la habitación. Caímos rendidos enseguida.

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