Esta página del blog describe el día 2 de 9 de nuestro viaje a Nueva York, Washington y Cataratas del Niagara.
Resumen del día
- Subir hasta el barrio de Harlem.
- Asistir a una Misa Gospel.
- Pasear por Riverside Drive y ver la Universidad de Columbia y la catedral de St. John the Divine.
- Comer en el conocido Burguer Joint.
- Pasear en bicicleta por Central Park y Columbus Circle.
Es Domingo 25 de Setiembre 2011, y hoy toca visitar la zona de Harlem. Esta es la zona más norte de Manhattan, y como ya sabemos ahí vive la mayoritariamente la comunidad más pobre, sobretodo inmigrantes y afroamericanos.
Primero, el desayuno. Como no lo tenemos incluido en el hotel, descubrimos al lado una cafetería de la cadena Tisserie que se convertiría en nuestro lugar de desayuno cada mañana. ¡Está todo buenísimo!. Es caro, porque en Nueva York todo es bastante caro, pero al menos estaba rico y llenaba bastante. Por ejemplo pedimos dos muffins grandes, y un capuchino y un zumo que nos pusieron en vasos enormes por unos 12 dólares en total.
La zona de Harlem
La parte de Harlem por la que empezamos está más o menos a partir de la 125 St, y nosotros estamos en la 56 St, así que hay que coger un metro Uptown. A partir de aquí empezamos a validar la MetroCard de viajes ilimitados de siete días, que nos costó 25 dólares por persona.
Cuando llegamos a Harlem ya vemos el ambiente de las pelis: grafittis, negros vendiendo cosas por las calles, canchas de basket enrejadas, todo muy rapero y típico neoyorkino.
Como es Domingo, el plan es ir a ver una misa Gospel, ya que todo el mundo nos lo había recomendado encarecidamente. Del foro de Los Viajeros teníamos apuntados unos cuantos sitios. Al final fuimos al Greater Refugee Temple.
Cuando llegamos, parecía que no nos iban a dejar entrar. Al menos, a unos turistas delante nuestro no les dejaron. Pero a nosotros sí. Aunque la misa no empezaba hasta las 11.00, y entramos a las 10.15, así que tuvimos que esperar tres cuartos de hora a que empezara.
En la misa Gospel pueden entrar los turistas, pero no puedes grabar ni tomar fotos. Tampoco te puedes sentar donde tu quieras, has de quedarte en las filas de detrás y dejar a los feligreses que se pongan delante. Pero estábamos en una zona elevada, así que se veía todo perfectamente.
Los afroamericanos se toman el tema de la religión muy en serio. Acuden a la misa vestidos con sus mejores galas. Ves a los niños negritos todo trajeados, las madres y abuelas con vestidos y sombreros de colores chillones, al padre de familia orondo también super-arreglado... Como en las películas, en serio. Entran todos a la iglesia con semblante serio, se ponen a rezar en silencio... (nada que ver con lo que sucede a continuación).
De repente, el pastor (un hombre mayor, era el pastor William Bonner que encima ese día le hacían su fiesta de 90 cumpleaños) sube al estrado donde está el micro y empieza con un sermón muy lento y pausado de un minuto... y de repente se pone a cantar. Y todos se ponen a cantar. Y montan ahí una fiesta increíble. Como en Sister Act, pero más auténtico. Ves a todos los negritos cantando, bailando, dando gracias a Jesús,... hombres de casi 2 metros y 150 kg de peso levantándose para gritar "Aleluya" llenos de alegría... la verdad es que impresiona bastante.
No se puede hacer fotos, pero sacamos alguna "de tapadillo" (como todos los guiris que estábamos, no eramos los únicos). Mirad que pedazo coro montaron. Estuvieron casi una hora de canciones y celebraciones.
Al cabo de una hora, un señor que estaba por ahí nos dijo que la misa dura tres horas. Que podemos estarnos el tiempo que queramos, pero que a partir de ese momento acababa la parte de la "fiesta" y empezaba ya el "sermón" serio. Como no entendíamos muy bien lo que decían en el sermón, y ya por respeto al resto de creyentes, y también para aprovechar más el tiempo, decidimos marcharnos entonces al cabo de la hora. De suerte, antes de salir nos encontramos a la monja cantante (lo que vendría a desempeñar Whoopi Goldberg en Sister Act) que nos deseó suerte, paz y todo eso. Foto al canto:
Seguimos paseando por Harlem y pasamos por delante del Apollo Theater, que en su tiempo fue famoso pero ahora mismo no recuerdo porqué y además parece estar ya desmantelado.
Luego vamos andando hasta Riverside Drive, calle de tipo vertical que rodea toda la costa y que cruza casi todo el barrio. Aquí es donde abandonamos la zona "dejada" de Harlem para llegar a la zona "mejor".
Me hacía gracia visitar esta calle porque es en 891 de Riverside Drive donde tenía la mansión el inspector Aloysius Pendergast, de unas novelas que me gustan de Douglas Preston y Lincoln Child. Aunque no llegamos hasta ahí porque era muy arriba, y no teníamos ningún metro favorable.
Bordeamos la Riverside Church y echamos una parada para tomar fotos del General Grant Memorial.
Seguimos paseando por la zona buena de Harlem y llegamos a la Universidad de Columbia. Donde nos paramos a descansar un rato mientras oímos las locuciones. En esta explanada central del campus universitario se han rodado muchas películas, como Cazafantasmas, Hitch o Spiderman. Hay un acertijo en una de las estatuas de las escaleras para llegar a la biblioteca, consiste en encontrar una lechuza de mármol escondida. Es bastante sencillo, pero quien no la encontraba el primer año decían que no se comía un rosco en ésa universidad.
Seguimos andando y al lado está la catedral de St. John the Divine. Escuchamos la locución y la vemos por dentro y por fuera. A mi las catedrales no me atraen mucho, pero está bien.
Ya va siendo bastante mediodía. Andando andado, llegamos a la parte norte del Central Park, que veremos por la tarde. Paramos en un supermarket a por agua y algo para picar, y en lugar de cruzar el parque andando (es mucho trozo) cogemos un metro hasta el hotel. Ahí Kelita está con un dolor de pies considerable por unos zapatos recién estrenados, así que hacemos una parada técnica en farmacia Duane Reade a por tiritas y tintura de yodo.
El misterioso Burguer Joint
Para comer, uno de los sitios que tenemos apuntado es el Burguer Joint. Es una hamburguesería que está en el hall del Hotel Parker Le Meridien (que está a sólo cinco minutos del nuestro). La gracia es que es un sitio super pequeño, sin ningún tipo de publicidad, simplemente señalizado con un pequeño cartel luminoso muy poco visible al final de un estrecho pasillo. Si no sabes que está ahí, es imposible que vayas: entrar al hotel, ir al hall, ver el cartel, y meterte por el pasillo hasta el sitio.
Pero cuando llegas, entiendes que es uno de los sitios míticos de Nueva York para ir. Además tiene fama de hacer de las mejores hamburguesas. Aunque ya se sabe que estas "famas" luego siempre exageran algo, pero hay que reconocer que por 25 dólares los dos nos comimos unas buenas hamburguesas buenísimas con patatas y cocacola. Por suerte era un Domingo a las 15.30 y eso ya es tarde para ellos para comer, y por tanto había poca cola. Ir a otras horas puede ser imposible, el sitio es pequeño, con pocas mesas, y se llena enseguida. Aquí estoy yo haciendo cola para lo nuestro, además el nombre que di era "John" y luego casi me llevo la comida de otro que se llamaba "Sean"...
Otra parada técnica para que Kelita se vuelva a curar los pies, descansar un rato en el hotel, y nos vamos a Central Park a alquilar unas bicis y pasar la tarde ahí.
El Central Park, en bici
Teníamos el Central Park a tres calles del hotel. Cuando te vas acercando, ya te vas encontrando a un montón de hombres-anuncio con sus precios de rent a bike. Es domingo tarde y se está poniendo muy nublado, así que nos decidimos a coger sólo dos horas por si acaso se pone a llover (al final no llovió nada).
Después de regatear el precio con un par de anunciantes cogemos dos horas de bici (16:30-18:30) por 15 dólares por persona. Aunque el sitio de pickup de las bicis estaba en Columbus Circle, un poco más lejos de donde estábamos, y además las bicis que nos dieron estaban un poco destartaladas, aunque tiraban. Si volviera cogería alguna compañía más cerca de la entrada principal, y tres horas en lugar de dos.
De todas formas, como buenos asistentes a clases de spinning, nos dio tiempo a ver bastantes cosas.
Es muy divertido, te metes ahí con la bici y estás rodeado de mucha gente haciendo running, también con otras bicis,... es un locurón.
La primera parada la hicimos en la Bethesda Fountain, también muy conocida por un montón de películas. Al otro lado, estaba The Mall.
También vimos la zona del Rumble y el Turtle Pond, con el Belvedere Castle.
Y también paramos a ver Cleopatra Needles, y el lago The Reservoir, que es el más grande de Central Park:
Aquí estábamos justo en el extremo totalmente opuesto del Central Park respecto a donde habíamos cogido las bicis, y sólo nos quedaban 40 minutos para volver. Así que tuvimos que apretar un poco para llegar a tiempo.
Pero llegamos, devolvimos la bici y nos encontramos que eran ya las 19.00h y había anochecido.
Nuestra idea inicial para el Domingo noche era coger el metro y bajarnos en Brookyln, ver el Brooklyn Bridge, y cenar en el famoso Grimaldi's Pizza, otro sitio archiconocido para cenar: restaurante pequeñito pero con fama de hacer las mejores pizzas de Nueva York.
Como tenemos viajes de metro ilimitados, si que fuimos hasta la estación cercana de Brookyln Bridge a verlo, aunque de noche no se aprecia bien. En Grimaldi's encontramos una cola de gente increíble, ni mucho menos íbamos a desperdiciar dos horas esperando a que nos dieran una mesa para cenar. También estábamos cansados, y ya no nos apetecía cruzar el puente a pie para ver el skyline de Manhattan. Así que veinte minutos después de haber llegado a Brooklyn decidimos volvernos al hotel en la misma línea de metro con la que habíamos venido.
Para cenar, compramos unas salads y sandwiches, esta vez en un supermarket 24h que había al lado del hotel, y nos costó la mitad de lo que pagamos la noche anterior por lo mismo. También compramos el desayuno del día siguiente.
Nos comimos la cena en el hotel, y a dormir. Que al día siguiente había que madrugar para ir a Canadá a ver las Cataratas del Niagara.
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