viernes, 30 de septiembre de 2011

30/09/2011: Rascacielos, Quinta Avenida, MOMA, Brookyln Bridge

Esta página del blog describe el día 7 de 9 de nuestro viaje a Nueva York, Washington y Cataratas del Niagara.

Resumen del día

  1. Subir a la azotea del rascacielos Top of the Rock, para ver las vistas de Nueva York
  2. Paseo y compras por la 5th Avenue: Abercrombie, Tiffany & Co, FAO Schwartz
  3. Ver la Grand Central Terminal, el Chrysler Building, y la sede de la ONU.
  4. Visitar el Museum of Modern Art de Nueva York, el MOMA.
  5. Cruzar el Manhattan Bridge o el Brookyln Bridge, viendo el skyline nocturno de Manhattan.
  6. Cenar el famoso Grimaldi's Pizza.

Es Viernes 30 de Setiembre, y tras el auténtico maratón de recorrido de ayer en Washington DC, hoy volvíamos a transitar por Nueva York, en un día que debía parecer tranquilo y que al final aprovechamos bastante para ver muchas cosas.

Desayuno como siempre en Tisserie, al lado del hotel: muffins y zumos de naranja natural enormes por unos 10 dólares los dos.

Hoy tocaba subir a un rascacielos de Nueva York para ver la ciudad desde arriba. Ahora que ya no están las Torres Gemelas, los más conocidos para visitar son el Empire State Building en la 5th Avenue o el General Electric Building, conocido también como Top of the Rock, en el Rockefeller Center.

Supongo que el primero lógicamente es más conocido, pero conocidos nuestros nos recomendaron más las vistas desde el Top of the Rock, así que nos dirigimos hacia Rockefeller Center.

Subir a lo alto del rascacielos Top of the Rock 


Subir hasta la última planta del Top of the Rock, para poder ver las vistas de Manhattan desde la azotea, cuesta 24 dólares. Nosotros teniamos un flyer de descuento de tres dólares, así que nos costó 42 dólares en total. Compramos la entrada en las propias taquillas en Rockefeller Center, sin colas.

A las 09:15 entramos al vestíbulo del General Electric Building. Validamos la entrada recién comprada, y nos ofrecen por un dinero más comprar un mapa con la descripción de los rascacielos. No vale la pena, llevadlo imprimido.

Llegamos a los ascensores, donde tampoco había nada de cola, y subimos. En el ascensor ponen un poco de espectáculo: apagan las luces y el techo del ascensor se ilumina y vas viendo una secuencia de imágenes mientras ves el contador de pisos subir como loco. La verdad es que subimos rapidísimo a la planta ático, fue una pasada.

Por un lado, tienes toda la vista de Central Park, Upper East y Upper West Side, y Harlem:


Y por otra del Empire State, Soho, y World Trade Center:


También divisas el río Hudson y New Jersey:


Otra foto más del Empire State Building con nosotros: (había muy poca gente con nosotros en la azotea del Top of the Rock, por lo que era muy cómodo verlo todo, pero siempre encontrabas a alguien para que te echara la foto):


Las fotos que hicimos están bien, pero creo que me habrá quedado mejor lo grabado con la cámara de video.

Al bajar del Top of the Rock, lo mismo: poca cola en el ascensor, y un poco de animación multimedia durante la bajada, que también fue rapidísima.

Como al salir del edificio estabamos en pleno Rockefeller Center, escuchamos alguna locución que teníamos pendiente de la zona, y pudimos hacer la foto de la famosa Estatua dorada de Prometeo, ya que el sábado pasado cuando vinimos estaba tapada por una exposición que ocupaba toda la plaza (ésta es la plaza donde en navidad ponen la conocida pista de patinaje sobre hielo que ha salido en tantas películas):


Ésta sería ya la útlima vez que veríamos el Rockefeller Center en nuestro viaje:


Paseando y comprando por la 5th Avenue


La Quinta Avenida es una de las calles que más cosas tiene por ver en Nueva York. Cuando acabamos del Top of the Rock, continuamos por la 5th Avenue dirección uptown, donde Kelita se maravilló con todas las tiendas que había por ahí.

La primera parada la hicimos en Abrecrombie & Fitch, una tienda de ropa donde tenía el encargo de comprarle un perfume a mi hermana. La tienda es muy moderna, incluso tienen un modelo chico y chica posando de verdad en la entrada, estuvo divertido entrar a comprar, eso era pijo pijoooo.

La siguiente parada fue en la mítica Tiffany & Co, de la que oímos la locución antes de entrar, y por supuesto hacían referencia a la película Desayuno con Diamantes de Audrey Hepburn.

Una vez dentro, aproveché para comprarle a Kelita su regalo por su 30 cumpleaños: un collar con un colgante en forma de corazón que ella misma eligió. Aqui posando orgullosa con su regalo:


La tienda es una pasada. Todo está cuidadosamente estudiado: ubicación de mostradores, iluminación, empleados, ascensoristas,... Incluso tuvimos la anécdota de equivocarnos primero y preguntar por el collar que Kelita quería, pero en la sección de colgantes de oro blanco y no la de plata. El precio era unos 2000 dólares..."oops! wrong section, silver in the second floor!"

Al lado está el descomunal edificio de la Trump Tower, del que entramos al vestíbulo para tomar alguna foto y pillar un poco de WIFI:


Seguimos subiendo por la 5th Avenue y vimos el Plaza Hotel, de la protagonista de la serie Gossip Girl que le gusta a Kelita.

Luego llegamos a la famosa juguetería FAO Schwartz, ubicada al final de la 5th Avenue casi tocando a Central Park, al lado de la Apple Store (que no pudimos ver porque estaba de obras y la habían trasladado al sótano de un hotel).



A parte de ser una tienda enorme, es conocida porque tienen el piano gigante que Tom Hanks tocaba con los pies en la película Big. Como había poca gente, por supuesto Kelita y yo nos subimos a tocarlo:


Aunque teníamos que ir evitando de comernos a algun niño de vez en cuando:


Tenían al lado su sección de LEGO, con alguna figura a tamaño real como Indiana Jones:


O Jack Sparrow, de Piratas del Caribe:


O la réplica de la Estatua de la Libertad:


Aqui acabamos la visita por la 5th Avenue. Como teníamos el hotel al lado, paramos un momento a dejar las cosas que habíamos comprado, Kelita cambiar calzado, y prepararnos para el mediodía.

La Grand Central Terminal, Chrysler Building, y la ONU


Nos bajamos directamente en la parada de metro que conecta con la Grand Central Terminal. Aquí se han grabado también muchas películas. La estación de tren es muy bonita, y siempre está muy concurrida de gente como es lógico. Escuchamos la locución y tomamos algunas fotos de dentro:


Y también desde fuera:


Continuamos bajando Lexington Avenue hasta llegar al Chrysler Building, del que oímos la locución. Es complicado tirarle fotos desde pie de calle...


Nos comimos unos hot-dog en un puestecito de la calle. Muy típico de Nueva York, el frankfurt estaba bueno y costó 2 dólares:


Luego entramos al vestíbulo del Chrysler Building, que en la locución dijeron que era impresionante y a nosotros no nos lo pareció tanto.

Seguimos por Lexington en dirección al edificio de la ONU. Paramos a por los postres en un Dunkin' Dounts, donde seis donuts rellenos nos costó sólo ¡4 dólares!


Después de reponer fuerzas con los donuts, caminamos unos 20 minutos más y finalmente llegamos al edificio de la ONU, que descubrimos que no se podía entrar. Así que solo pudimos tomar fotos desde fuera:


Y también del monumento para la paz que representa un cañón de revolver hecho un nudo:


Escuchamos la locución de la sede de la ONU, y como estábamos un poco mal ubicados para coger tren, decidimos coger un taxi que nos llevó al hotel por unos diez dólares. Allí descansamos un rato, porque por la tarde teníamos bastantes cosas que ver.

El museo de arte moderno MOMA


El MOMA es el museo de arte moderno de Nueva York. Es gratuito los viernes por la tarde de 16:00 a 20:00. Así que reservamos el Viernes de nuestro viaje para verlo. Nosotros somos poco de museos, nos cansamos enseguida, así que con una hora y poco tuvimos más que suficiente. Llegamos a las 16:15 al museo, andando desde el hotel.

Primero hicimos una cola para dejar las mochilas, pues no puedes ir con ningún bulto a excepción de la cámara de fotos.

No somos grandes expertos en arte (nosotros somos del ramo de la informática), así que en el folleto de la entrada te dicen cuales son las obras esenciales que ver para una visita rápida.

Como podías pedir una audioguía del museo gratuita en varios idiomas, de cada cuadro escuchábamos la explicación. Vimos esta famosa obra de Van Gogh:


También cuadros de Picasso:



Este siguiente cuadro se llama "Supremalist exposition: White on White", del 1918, y era un puto lienzo en blanco. Encima seguro que costaba una fortuna (WTF??):



Otros de Jackson Pollock, que es el pintor que parece que echaba cubos de pintura al lienzo para hacer sus cuadros:


El retrato de Marilyn Monroe de Andy Warhol:


Y en el patio del museo, algunas muestras de escultura modernas, todo rarísimo también:


Otra frikada de cuadro:


En fin, tras una hora y media en el museo, y habiendo escuchado las locuciones de todas las obras importantes, decidimos marcharnos. Devolvimos las audioguías y recuperamos nuestras mochilas, y a las 18:00 ya estábamos fuera.

Seguro que un entendido en arte se hubiera podido estar toda la tarde paseando por el museo, pero nosotros con este ratito ya tuvimos suficiente. Somos poco entendidos en arte, y aún menos en arte moderno y abstracto.

Los puentes Manhattan Bridge y Brookyln Bridge de Nueva York


Al salir, decidimos que sería esta noche cuando veríamos el skyline de Manhattan iluminado, desde los puentes de Nueva York. Hay dos: el Brooklyn Bridge y el Manhattan Bridge. El más conocido y turístico es el primero.

Nuestra intención era cruzar el Manhattan Bridge primero para ver una parte del skyline mientras aún no había anochecido, y luego cruzar el Brooklyn Bridge para ver de noche todo el skyline. Pero al llegar al principio del Manhattan Bridge nos dimos cuenta que era un recorrido muy largo para hacerlo a pie (hay que cruzar todo el East River), además está un poco solitario y se tiene que entrar desde Chinatown, y no nos gustan demasiado los chinatown de las ciudades. Así que cuando llegamos al principio del Manhattan Bridge, y vimos el tema, decidimos volvernos e ir directamente al Brookyln Bridge, que es al que van todos los turistas, y acertamos con el cambio.

Para ir al Brookyln Bridge nos bajamos en la misma parada de metro que el domingo pasado. Esta vez si que nos animamos a cruzarlo. Compramos de merienda otro perrito caliente más bebida en un puestecito que había nada más empezar la zona peatonal del puente.

Ya era de noche, así que las fotos con nuestra cámara no son muy buenas, pero el recuerdo que tenemos del skyline nocturno iluminado de Manhattan es espectacular.


Tomar las fotos, grabar vídeo, escuchar las locuciones,... en total estuvimos una media hora para cruzar el Brooklyn Bridge. Cuidado con los ciclistas que van por el carri bici, porque es inevitable que tú lo cruces andando para ir de un extremo a otro del puente, pero los ciclistas van muy rápido y yo no entiendo como no se comieron a ningún turista durante el rato que estuvimos por ahí.

Para cenar, queríamos ir al famoso Grimaldi's Pizza, que está justo debajo del puente de Brookyln, pero en el lado de Brooklyn, y nosotros estabamos ya en el lado de Manhattan. Además eran las 20.30 de la noche, así que seguro que volvería a estar petadísimo de cola.

Lo que mucha gente no sabe es que Grimaldi's Pizza abrió otro restaurante igual: misma carta, mismos platos, decoración, en Manhattan. Así que fuimos a este, y acertamos porque no hicimos nada de cola, y la pizza estaba deliciosa por lo que costó (unos 20 dólares entre los dos). Es el mismo, pero sin la horrorosa cola que hubieramos hecho para comer en el otro, que auqnue es el original, no vale la pena perder dos horas para conseguir una mesa. Aquí una foto de la super-pizza que nos zampamos:


Salimos de Grimaldi's Pizza ya pasadas las 22.00. Así que cogimos el metro uptown y nos fuimos al hotel a dormir.

jueves, 29 de septiembre de 2011

29/09/2011: Visita de un día a Washington DC

Esta página del blog describe el día 6 de 9 de nuestro viaje a Nueva York, Washington y Cataratas del Niagara.


Resumen del día

  1. Salir a primera hora en autocar Megabus de Nueva York a Washington DC.
  2. Ver el Capitolio y la Library of Congress.
  3. Recorrer el National Mall: viendo el Obelisco a Washington y el Smitshonian Air and Space Museum.
  4. Ver la Casa Blanca.
  5. Ver el Lincoln Memorial, el Jefferson Memorial y el Korean War Veterans Memorial
  6. Visitar el Cementerio Nacional Militar de Arlington.
  7. Volver en autocar a Nueva York por la tarde-noche.

Es Jueves 29 de Setiembre, y hoy tuvimos uno de los días más exigentes de tiempo de nuestro viaje: ir desde Nueva York a Washington en autobús, verlo, y volver por la tarde noche.

El viaje de Nueva York a Washington DC en autocar


Hay un montón de maneras de ir de Nueva York a Washington DC, separados por unos 350 kms.

Nosotros elegimos ir en autobús. De todas las compañías, elegimos Megabus (www.megabus.com), que tenía muchas referencias en Los Viajeros, y además era la que tenía mejores precios, una web más elaborada, y un montón de horarios y destinos.

Nos costó 16 dólares por persona ir y volver, lo cual es MUY barato. El trayecto estaba previsto salir a las 06:30 de Nueva York (entre la 31St y la 33St) y dejarnos a las 11:00 en Washington DC (cerca del Capitolio).

Nos levantamos a las 05:00 de la mañana. Desayunamos yogures y bollos que habíamos comprado el día anterior en un super. Fuimos en autobus hasta la estación de salida de Megabus. Esta compañía de autobuses ofrece muchísimas rutas, y cuando llegas, hay una fila de gente para cada destino. Se supone que las plazas están garantizadas para cada autocar y trayecto, pero por si acaso, recomiendo no llegar justos de tiempo.

Nos pusimos en la cola para "Washington". Como llegamos con bastante antelación, tuvimos que esperar una media hora de pie, que fue un poco rollo.

El autobus salió puntual a las 06.30. Como era de dos pisos, nos sentamos en la parte de atrás del segundo piso, donde estaban todas las butacas libres. Así pudimos estirar almenos las piernas mientras echamoz una cabezada. El autobus es bastante cómodo, y tiene WIFI gratis, que aprovechamos también para enviar mails y facebook.

El único inconveniente de Megabus es que te promete que el trayecto son 4 horas y media, y que llegaras a las 11.00 a Washington, lo cual ahora que ya he hecho el trayecto me parece imposible. Además, hace una parada en Baltimore. En el viaje de ida tardó 45 minutos más, y llegamos a las 11:45. Pero no porque hubiera grandes retenciones (sólo un poco al salir de Nueva York, que es lo normal en cualquier gran ciudad), si no porque a velocidad de autobus, más la parada de descanso del conductor reglamentaria, más la parada en Baltimore, y con los kilómetros que son, es imposible hacerlo en cuatro horas y media. A tener en cuenta: el trayecto de verdad son unas cinco horas y media.

Durante el trayecto alternamos un rato de dormir, otro de navegar por internet, y otro de leer las guías. Desayunamos galletas Oreo durante el trayecto.

Llegada a Washington DC: el Capitolio y la Public Congress Library


Llegamos a Washington a las 11:45, tres cuartos de hora tarde del horario previsto, en el día que íbamos más ajustados de tiempo.

Fuimos directamente a la zona del Capitolio, que está a unos veinte minutos andando de la estación de Megabus.

El Capitolio es espectacular, lo hemos visto en un montón de pelis y series, y cuando lo ves de verdad impresiona. Hicimos fotos de la parte trasera:


Y luego de la parte delantera. Observad que no había casi turistas, ¡que suerte!


Me encanta este edificio:


Bajamos por unas escaleras para entrar a verlo por dentro, es gratuito. Pasamos el típico control de seguridad y ya estábamos en el centro gubernamental del país. Al Capitolio hay que ir sabiendo qué quieres ver, y si puede ser con visita guiada, mejor. Nosotros fuimos a nuestro aire, leyendo lo que llevábamos en las guías de Washington, y no nos acabamos de enterar del todo bien de las funciones políticas y administraciones que despacha el Congreso en este edificio. Tal vez deberíamos habernos empapado un poco más de culturilla del Capitolio antes de venir.



Desde dentro, puedes conectar directamente con la Biblioteca del Congreso, la Library of Congress, por un pasillo subterráneo. También es gratuito visitarlo, y al ser más pequeño es más fácil de ver. Aqui se conserva la copia de algunos documentos muy importantes como una primera biblia impresa por el propio Guttenberg. El edificio es una pasada:


De la propia biblioteca en si no dejaban tomar fotos más que desde este pequeño palco acristalado:



Luego salimos a la calle desde la Biblioteca (recordad que habíamos entrado por el Capitolio):


Al lado del Capitolio y de la Biblioteca del Congreso está el edifico de las Cortes, el Court Hall, que no entramos porque vimos que no está pensado para turistas:


A partir de aquí, bordeamos el Capitolio y nos dirigimos al National Mall.

Recorrido por el National Mall


El National Mall es un paseo ajardinado recto que va desde el Capitolio, pasando por el Obelisco, hasta el Memorial de Abraham Lincoln, y desde el cual recorremos toda la zona importante de edificios históricos y gubernamentales de Washington DC.


Hay un lago con un monumento al General Grant, donde si tomas bien la foto hace el reflejo del Capitolio. Esta foto nos la hizo un japonés que había por ahí paseando. No nos llovió en todo el día, pero casi...


Seguimos paseando por el National Mall de Washington DC:


Hasta llegar a la 13.00 aproximadamente al Simthsonian Air and Space Museum, el museo del aire y del espacio. La entrada es gratuita, sólo pagas la voluntad. El museo está muy bien, y si tienes tiempo puedes estar un buen rato paseando por ahí. Nosotros, entre que íbamos con un planning muy ajustado y que había poca gente, con una hora de tiempo tuvimos tiempo de ver todas las salas y exposiciones. Además te dan un plano que viene todo muy bien explicado para orientarse.


Hay muestras de meteoritos, de suelo lunar, restos de transbordadores y sondas espaciales, algunos V2 rockets:


Maquetas de la llegada a la Luna:


Y también el avión como el de la máquina recreativa "1942":


Eran casi las 14.00, y como en el museo había un McDonalds, comimos ahí un menú burguer sencillito. Costó unos 12 dólares los dos. En EEUU comer bien es caro, pero los fast-foods están tiradísimos de precio.

Salimos del museo y seguimos paseando por el National Mall. Aqui vimos un árbol metalizado que le gustó a Kelita, en la galería del Jardín de las Esculturas:


Y también el Smithsonian Institute, que no entramos:


¡Menudo hartón de caminar nos hicimos ese día!


Llegamos a la mitad del National Mall, donde encontramos el Obelisco a Washington:


A partir de aqui, no continuamos por el National Mall si no que giramos a mano derecha para ir a ver la Casa Blanca.

La Casa Blanca


Cuidado, porque nos indicaron que estaba a un cuarto de hora andando, pero nos equivocamos (está muy mal señalizado) y tardamos casi 45 minutos en encontrar la Casa Blanca. Además, la ves desde muy lejos, enrejada, no se aprecia bien. Fue una lástima. Hay visitas guiadas para verla por dentro, pero desconozco si son caras, con mucha gente, etc...



Memoriales de Jefferson, Lincoln, y veteranos de Corea

Entre el retraso del Megabu,s y que nos perdimos para ver la Casa Blanca, ya íbamos algo justos de tiempo si queríamos ver todo lo que nos faltaba: algunos memoriales del National Mall y el cementerio de Arlington. Así que en vez de continuar caminando decidimos coger un taxi que nos llevó de la Casa Blanca hasta el Abraham Lincoln Memorial, viendo de pasada pero sin parar el Jefferson Memorial. El taxi costó 11 dólares, por un trayecto de apenas 10 minutos. Es caro, pero nos ahorró un montón de tiempo de andar.

El Abraham Lincoln Memorial es mundialmente conocido. Tomamos las fotos que pudimos, aqui si que encontramos mucha gente:


Al lado visitamos tambien el Memorial por los Veteranos de la guerra de Corea:


El Memorial de la Guerra del Vietnam no nos dió tiempo a verlo. Pero por las fotos, creo que es más chulo de ver el de Corea (aunque todo el mundo conozca más el de Vietnam: sólo son placas con los nombres de los soldados).

Para ir desde la zona de los Memoriales al cementerio de Arlington, sólo hay que cruzar el río Potomac.

El Cementerio Militar de Arlington


Cogimos otro taxi, que nos costó esta vez 8 dólares, y enseguida llegamos al cementerio, serían las 17:30 más o menos:


El Arlington National Cemetery es un famoso cementerio militar que ha salido en muchas películas, es el de esas imágenes donde se ven prados verdes llenos de losetas blancas alineadas con el nombre y rango de cada soldado norteamericano enterrado.



La entrada es gratis, y la visita nos llevó una hora más o menos. Pasear silenciosamente por sus caminos es toda una experiencia.


Aqui está la tumba de los Kennedy, con la John F. Kennedy Eternal Flame. Entre que no era temporada alta de turismo, y que ya eran pasadas las seis de la tarde, había muy poca gente por el cementerio:


Por último, arriba del todo del cementerio está su Anfiteatro y la Tumba del Soldado Desconocido, donde se hace un cambio de guardia que es bastante popular. Nosotros lo desconocíamos y nos lo encontramos de casualidad:

Regreso a Nueva York en autocar


Eran las 18:30 de la tarde. Salimos del cementerio y cogimos la parada de metro que está muy cerca. El metro costó 2,5 dólares por billete, pero está muy bien montado, y nos acercó a la estación de Megabus muy bien. Antes de subirnos al autocar, encontramos cerca de Union Station otro AuBonPair, donde compramos lo que sería nuestra cena takeaway: dos megaensaladas con postre, unos 15 dólares los dos.

El autocar salía a las 19:30. Misma situación que a la ida: no llegar tarde a la estación porque aunque las plazas se supone que son garantizadas, nunca se sabe. Varias filas de cola según el destino, nos pusimos en la de "Nueva York" que era claramente la más larga.

El autocar salió puntual, y debía hacer el tracyecto en 4 horas y media y dejarnos a las 12 de la noche en Nueva York. Pero entre que para en Baltimore, el conductor debe hacer otra parada de 10 minutos, la distancia, y que al llegar o salir de Nueva York siempre hay tráfico, en verdad es un viaje de más de cinco horas.

Como estábamos cansados, lo hicmos cenando y durmiendo. El autobus era cómodo, y tenía WIFI también.

Llegamos a Nueva York casi a la una de la noche, y estaba lloviznando. Cogimos nuestro primer taxi en la ciudad neoyorkina, y por 7 dólares llegamos al hotel en un momento, y a dormir.