Esta página del blog describe el día 1 de 5 de nuestro viaje al Sur de Francia, Ruta de los Cátaros.
Resumen del día
- Salir de Barcelona y llegar a Perpignan, donde pararíamos para pasar la noche.
- Aprovechar para ver el centro histórico de la ciudad y el Palacio de los Reyes de Mallorca.
Llegada a Francia
Salimos de Barcelona a las 18:00 de la tarde. El recorrido desde casa hasta Perpignan, donde pasaríamos la primera noche, son 185 kilómetros, casi todo por autopista. Tardamos menos dedos horas. Hay que pagar un peaje bastante caro antes de cruzar la frontera, en La Jonquera, de unos 13 euros, y luego otro ya dentro de Francia de unos 4 euros. Aprovechamos para poner combustible en la última estación dentro de España, porque en Francia son considerablemente más caras.
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No encontramos ningún tipo de retención durante el viaje, ni problema pasando la antigua frontera. Una vez en Francia, nos orientamos siempre muy bien con un GPS Garmin que nos prestaron, con cartografía francesa. Igualmente, las carreteras e indicaciones en Francia están muy bien y son muy claras.
Teníamos reservado un hotel en la ciudad de Perpignan, para descansar ahí la noche y al día siguiente empezar la ruta de los castillos. El hotel era el Porte de Espagne: muy sencillito, pero cumplió con su objetivo. Además costó barato (unos 50 euros la habitación, sin desayuno) si comparamos los precios de alojamiento que se mueven en Francia. Teníamos WIFI y aparcamiento gratuito.
La empleada de recepción no hablaba inglés ni castellano, así que tuve que apañarme con mi francés que tenía abandonado desde el colegio. Tras hacer el checkin en el hotel, dejamos las maletas. Como era pronto (las 20:00), decidimos coger el coche para ver la ciudad.
Una noche en Perpignan
Tuvimos mucha suerte de poder aparcar en pleno centro, y sin tener que pagar. Dejamos el coche en la Place de Arago.
Desde ahí, fuimos andando hasta la zona del centro histórico de la ciudad. Vimos la torre de Le Castillet, que ahora es un museo y punto turístico, y que tiene una bandera de Catalunya en su cima:
Cogimos un mapa de la ciudad. Paseamos por las callejuelas del centro histórico, donde había muchos restaurantes para cenar, aunque nosotros ya llevábamos la comida de casa. Durante el paseo, vimos entre otras cosas la Cathedral du Sant Jean, que estaba en restauración:
Volvimos andando hasta el coche, y vimos la Place de Arago. Ahí sentados en unos bancos nos comimos el bocadillo que teníamos preparado para la cena. La zona estaba muy tranquila.
Luego con el coche fuimos conduciendo para ver el Palais deu Rois de Majorque. Ya eran más de las 22:00 de la noche, así que el palacio estaba cerrado y sólo pudimos verlo por fuera. Las fotos no quedaron demasiado bien.
A las 23:00 decidimos volver al hotel a descansar. Kelita tenía que recuperar fuerzas para el día siguiente, que teníamos un día muy completo de cosas por visitar.
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